viernes, 18 de marzo de 2011

Las normas


Por salud mental, hay cosas que no deberían cumplirse jamás. Desde los típicos "ya te llamo y nos tomamos un café" a los más básicos principios de seguridad, nuclear o natural.
Más interesante aún es proteger la seguridad humana más elemental, la llamada "alma" con su fantástica señal luminosa incorporada, llamada "conciencia".

Algo así ha pensado Silvia hoy, en el día después, aunque no ha moldeado de esta forma exacta sus pensamientos. Las conclusiones arriba expuestas son de cosecha propian sin copyright, producto de una mente que no sigue en shock como la de Silvia, sino mas bien indignada.

Una podría pensar que una situación de peligro real puede hacer que esa persona a la que pides ayuda, al observar tu estado, rápidamente desenfocará esos puntos de atención que le han guiado durante toda la jornada en tu beneficio; o todo podría cambiar si tenemos en cuenta otro importante factor:
Normas + beneficio económico.

Porque Silvia ha tenido la mala fortuna de encontrarse en su desesperación con una revisora de tranvía, que tras consentir que subiera a bordo presa de un ataque de histeria no ha dudado en ponerle una multa por no haber frenado la huida de su agresor para poder comprar un billete antes de subir. Nadie ha pensado en llamar a la policia, mientras los dedos temblorosos de Silvia han buscado su DNI.

Hoy es 18 de marzo, y el día de la mujer y su lucha y comprensión ajenas por conseguir cruzar una calle de noche sola sin peligro queda lejos. Hoy, volvemos al día del acatamiento férreo de normas recaudatorias, y con un poco de suerte, Silvia ya ha pagado con su multa la entrada gratuita a los museos que visitó el 8 de marzo.